Ofrecer servicios de desarrollo de ecommerce a empresas y vivir de ello dignamente sin ser un esclavo de tu trabajo, no es algo fácil.
Montar una tienda “cutre” y cobrar una limosna por ello para posicionarte como un proveedor más del montón, si es algo relativamente fácil. Pero sabes tan bien como yo, que competir por precio no te llevará a ningún lado.
Cualquier servicio que se precie requerirá de tu tiempo para poder realizarse. Si montas tiendas “low-cost”, probablemente consigas algunos clientes más, pero no serán buenos clientes.
¿Por qué? Pues porque, son personas que no están dispuestas a invertir de verdad en su negocio (están constantemente buscando “gangas”), no están comprometidos con su proyecto y además, te harán trabajar igual o más que los clientes premium.
Seguir por este camino solo te llevará a:
- Estar frustrado por dedicar horas y horas a un trabajo mal pagado.
- No disponer de tiempo libre para ti por haber estimado mal el timing de cada proyecto.
- Estar aburrido de hacer las mismas tareas repetitivas en cada proyecto.
- Estar desesperado por no facturar lo suficiente cada mes, por culpa de ofrecer un servicio low-cost.